ARTICULO: FERNANDO CUEVAS
La historia del AC Milan esta ligada a goleadores que alguna vez vistieron el tradicional uniforme rossonero. Altafini, Prati, Rivera, Van Basten o Shevchenko son sólo algunos ejemplos, pero nada de lo que hicieron estos futbolistas se compara al legado que dejar el sueco Gunnar Nordahl, todo un portento de artillero.
Jugadores como el ya retirado Larsson y Zlatan Ibrahimovic ahora en las filas del PSG, pero también con pasado milanesa, son la mayor referencia en las últimas décadas, si se trata de encontrar un goleador escandinavo.
La historia del fútbol y el calcio tiene guardado en la memoria a Nordahl, responsable de que el Milán haya sido el club más importante de Italia a principios de los años 50.
El sueco ya fue una gran figura en su país tras pasar la mayor parte de su carrera con el IFK Norrköping, club donde se convirtió en leyenda por la cantidad de goles marcados, su llegada al calcio no estuvo exenta de complicaciones, ya que tuvo que adaptarse al competitivo fútbol italiano tras llegar de jugar en un nivel que esta muy por debajo de lo que podría ofrecer una liga tan potente como el Calcio.
Los dirigentes del Milán tuvieron el ojo de ver el talento del ariete que había llevado a su selección a ganar la medalla de oro en los Juegos Olimpicos de Londres en 1948 y se llevó a San Siro, donde empezó a mostrar sus dotes de gran goleador.
Gunnar no estaba solo, el Milán contaba con dos compatriotas suyos en el equipo Nils Liedholm y Gunnar Gren, el trío fue conocido como "Gre-No-Li", los tres tenían un entendimiento casi telepático en la en campo. Este entendimiento tuvo mucho que ver en los Scudettos conquistados por el cuadro milanesa.
Nordahl Gunnar contribuyó al equipo con una espeluznante cifra de goles, 210 marcados en ochotemporada, cifra que todavía nadie a podido batir ya que es el actual máximo artillero en la historia milanesa seguido por Shevchenko con 175. Gunnar golpeaba el balón con tal fuerza que podía marcar incluso con su pierna mala, comentaban algunos de sus compañeros, decían de el que había nacido para marcar goles, no era el más atlético, pero era un jugador muy inteligente que buscaba el espacio para causar más daño a las defensas rivales.
Sus días en el Calcio finalizaron en la Roma donde jugo dos temporadas de 1956 a 1958. En 1959 regresa a su Suecia natal para enrolarse durante una temporada en el club sueco del Karistad de la 2ª división como jugador - técnico, allí sigue demostrando su olfato goleador anotando 11 goles. en 1961 dirige al Degerfors IF y en 1967 llega al banquillo del IFK Norrköping club que le hizo famoso como jugador.
El sueco era un jugador de gran personalidad, ídolo y mediático para la afición del Milán, Gunnar dejo un gran recuerdo en el Calcio y en la actualidad aún su figura sigue siendo venerada.
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