La temporada 1998/99 esta estará marcada en la mente de los aficionados Crociati del Parma AC, como una de las más gloriosas desde la creación del equipo. El conjunto que por aquel entonces dirigía Alberto Malesani no sólo ganó la Copa italiana sino que se coronó también en la Copa de la UEFA por segunda vez en cuatro años. La plantilla de ese equipo tenías grandes talentos como Lilian Thuram y Fabio Cannavaro en la zona defensiva, Dino Baggio y Juan Verón en el centro del campo y Hernán Crespo en el ataque, conformaban un bloque solido y de calidad y experiencia a partes iguales, que es aún recordado en la actualidad como una de las escuadras más potentes en los últimos años tanto en el fútbol italiano como europeo.
El Ennio Tardini en aquella campaña pudo ver un plantel que estaba conformado por jugadores jóvenes y no tanto, pero casi todos de dilatada experiencia y trayectoria profesional.
Malesani solía utilizar la táctica del 3-5-2 (ó 3-4-1-2), en la que Gianluigi Buffon era el arquero titular, y Fabio Cannavaro, Lilian Thuram y Norberto Sensini los centrales habituales con Benarrivo como primera alternativa. En el centro del campo los cinco que más jugaban eran Juan Sebastián Verón, Dino Baggio, Alen Boghossian, Stefano Fiore y Diego Fuser, siendo Stanic utilizado como volante o delantero según las necesidades del equipo. Hernán Crespo y Enrico Chiesa formaban la dupla atacante titular, desde la banqueta partían como delantero suplentes, Abel Balbo y el colombiano Faustino Asprilla.
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